Vamos a sincerarnos. No estamos pensando las ocho, nueve o diez horas que pasamos por día en la agencia. Muchas veces hacemos otras cosas: navegamos en internet, chateamos, desayunamos largo y tendido, leemos el diario (todos), extendemos las horas de nuestro almuerzo, etc.
A partir de hoy, esas horas pertenecen a TPNV.