Están los anunciantes, quienes invierten millones de pesos en su afán de imponer sus productos por encima de la competencia.
Están las agencias, quienes cobran enormes presupuestos por sus servicios de estrategia y creatividad, presupuestos que ellos aseguran nunca son suficientes.
Y estamos los creativos, quienes diseñamos esas campañas, esas estrategias y esos avisos, para vender productos que no necesariamente nos gustan y en los que no necesariamente creemos.
Pero ese es nuestro trabajo. Trabajo por el cual nos pagan y que (generalmente) solemos disfrutar. Nos divierte el desafío creativo que implica levantarse todos los días y sorprender una vez más con una nueva idea. Y para no faltar a la verdad, necesitamos de esas agencias y esos anunciantes para poder hacerlo.
Pero también podemos seguir haciéndolo y la vez cambiar algo.
Queremos hacerlo ayudando. Para eso convocamos a todos aquellos negocios que no tienen grandes presupuestos, pero a quienes una simple idea puede ayudarlos a hacer una pequeña diferencia.
Carnicerías, verdulerías, fruterías, almacenes de barrio, peluquerías, talleres y por qué no asociaciones sin fines de lucro, organizaciones no gubernamentales, PyMES o cualquiera que necesite nuestra ayuda, contáctennos. Queremos trabajar para ustedes.
Pero antes de empezar a hablar, sepan una cosa:
Tu plata no vale.
